Termino hoy esta serie en la que os he confesado mi proceso para abrirme al arte abstracto que de joven se me hacía tan difícil de mirar. Solo tuve que relajarme… y pasé del rechinar de dientes a sonreír y disfrutar sin prejuicios ni complejos. Acabo la serie con una mirada un poco más técnica, aunque no experta.









