¿Cómo me enfrenté –y disfruté– al arte contemporáneo? Cuarta y última parteTrucos para relajarse, dejar de lado la crispación, y sonreír y gozar ante una obra abstracta

¿Cómo me enfrenté –y disfruté– al arte contemporáneo? Cuarta y última parte
Trucos para relajarse, dejar de lado la crispación, y sonreír y gozar ante una obra abstracta

Un análisis un poquitín más profundo, pero no necesario

Ya en el siglo XX y, a raíz de esos principios tan interesantes de la corriente psicológica alemana Gestalt–que mencioné en mi anterior entrega– se desarrollaron una serie de conceptos gráficos y plásticos que están muy estudiados y que nos ayudarán a identificar la manera de componer la sintaxis visual (el significado de la imagen) y nos pueden ayudar también a observar el arte abstracto con su poco de perspectiva técnica.

Lo que ocurre es que es pelín complicado y largo, así que os hago una tabla para que visualicéis estos conceptos presentes en la obra plástica. Fueron agrupados, clasificados y publicados por la diseñadora Donis A. Dondis a principios de los setenta del siglo pasado en su libro La sintaxis de la imagen.

(Lo siento. Tengo que tirar de los apuntes que estudié para una oposición a diseñador gráfico en la Universidad de Castilla-La Mancha allá por 2019 o 2020, porque ya nos los recuerdo todos).

En la división que yo me hice de los conceptos desarrollados por Dondis –para ordenarme tanta información de cara a mi oposición– elaboré dos columnas en una tabla. La primera es la columna del «orden y calma» y la segunda es la correspondiente a la «explosión y el espectáculo».

Quiero aclarar que estas columnas que establecí en mis apuntes de la oposición –para aclararme un poco entre tanto concepto y tanta palabra– a priori son opuestas, pero no son excluyentes: una obra puede tener elementos de «orden y calma» y al mismo tiempo otros de «explosión y espectáculo». Estos son los valores que Donis A. Dondis identificó y señaló como aspectos clave en la comunicación y sintaxis visual.

Tabla Dondis Sintaxis de la imagen

Si tomamos la obra de Kline que dio origen y que comenté en la primera entrega de esta serie y la miramos con un ojo en el lienzo y otro puesto en esta tabla de arriba, podríamos detectar algunas cosas y aplicar estos conceptos. No para analizar el cuadro pero sí para mirarlo de otra manera que me acerque más a ese lienzo y que me haga disfrutar aún más de esa visión ¡que ya antes me valía y me era suficiente!

Para disfrutar de sus texturas, trazos y sensaciones, cuando la miraba con ojos vírgenes y desprovistos de prejuicios, y de la que os hablé en la primera parte de este tema. (Marco en negritas los conceptos que creo que corresponden a este cuadro de Kline y dejo en rojo algunos otros por si a alguien le apetece jugar a calificar y clasificar, y quiere aplicar su propia visión. No es un concurso, porque no hay premio, pero me divierte que os pen- séis las cosas).

Orange Outline, Franz Kline

Para empezar, según los conceptos de la columna explosión y espectáculo podemos observar una clara ASIMETRÍA, (ver la definición en la tabla ) con la que varía los pesos de las formas del cuadro pero conserva el equilibrio porque el grueso de la materia está prácticamente en el centro o quizás un poco desplazado abajo a la derecha, pero las líneas que quieren «salirse del cuadro» –a la izquierda y arriba– compensan ese peso y favorecen ese equilibrio.

Además se observa IRREGULARIDAD que desfavorece la uniformidad y realza lo inesperado e insólito. Y diría que es una obra con COMPLEJIDAD, nada simple. También presenta una PROFUSIÓN de elementos

y texturas. También se dota de una clara ESPONTANEIDAD, porque no es predecible en absoluto, y de una gran ACTIVIDAD, porque se ve reflejada una sensación, al menos para mi, de movimiento, nada pasivo sino lleno de AUDACIA.

Otra característica de esta obra que se refleja en la columna espectacular es el gran ACENTO que sitúa en el centro de la obra con esas pinceladas gruesas y muy oscuras que me saltan a la vista en una primera mirada. Además se tiñe de una clara DISTORSIÓN de la realidad, nada proclive al realismo. Y con una decidida YUXTAPOSICIÓN de elementos juntos.

Para terminar diría yo que alberga una potente DIFUSIVIDAD dado que renuncia a la precisión del trazo, porque no son formas definidas y claramente delimitadas, sino que se funden unos trazos con otros.

Conserva la ALEATORIEDAD porque no hay una secuenciación (como podríamos ver en las serigrafías de Andy Warhol sobre Marilyn Monroe o de Gil Zetbase sobre David Bowie, donde es obvia la secuenciación).

David_Bowie-Gil_Zetbase. Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International

Y se arma de TRANSPARENCIA para cargar, con esas veladuras de color insinuadas o simplemente anunciadas, matices discretos y encantadores, de los que hablé en la primera entrega de este artículo.

En cuanto a la columna que titulé orden y calma, se puede observar una UNIDAD, contraria a la Fragmentación porque los elementos de colores y distintas formas están en permanente contacto unos con otros y relacionados entre sí y no alejados unos de otros.

De modo que, recopilando los datos que hemos sacado de nuestra tabla, el cuadro de Kline es espectacular: irregular, complejo y profuso; espontáneo, activo y audaz. Con un marcado acento en la yuxtaposición de un gran elemento dominante sobre los demás, difuso en su definición y aleatorio en su unidad matizada por esas encantadoras transparencias.

Parece un análisis sesudo y extremadamente circunspecto de un crítico pedante que quiere que nadie le entienda porque quiere resaltar su superioridad intelectual sobre el vulgo inculto. Pero en realidad es solo la aplicación de la tabla –que me hice para mi oposición– de los conceptos de Dondis y que os he ofrecido aquí.

Conclusión

Como resumen de estas cuatro entregas: he ido navegando desde las pinturas rupestres, la edad media, el siglo XIX y luego nuestros tiempos contemporáneos hasta descubrir que el arte abstracto no me asusta. Que no tengo por qué comprenderlo hasta su última fibra más íntima, y que simplemente puedo disfrutar de su aspecto.

Y que si decido echarle un vistazo un poquitín más pausado, tengo herramientas para hacerlo. Y esas herramientas no son un invento mío, sino el resultado de años de estudios y análisis de expertos de la imagen sobre las nuevas realidades en el mundo de la representación plástica desde el siglo XX hasta hoy.

Pero, como dije en mi primera entrega de esta serie, no las necesito. ¡Ya me gustaba el cuadro de Kline! Sin tanto análisis sintáctico de la imagen, aunque alguien me diga que estoy equivocado…

Pero, ¿alguien está equivocado en el mundo de los sentimientos? o, mejor dicho: ¿Quién no se equivoca alguna vez en la faceta sentimental? ¿Quién me dice a mí que mi disfrute no es pleno…? ¿Qué no me gusta lo que me gusta? Una patada en los bajos a quienes me quieran corregir y decirme que mi gozo es de segunda división, porque no hay manera de medir si mis gozos son mejores que los suyos. Y además, es una clasificación elitista.

Aunque el arte abstracto parezca una casualidad y una coincidencia, requiere de pensamiento y estudio / IA/ C. Cervantes
Aunque el arte abstracto parezca una casualidad y una coincidencia, requiere de pensamiento y estudio / IA/ C. Cervantes

Y las élites me parecen una repugnante construcción artificial, muy lejana del alma humana. Creo que son una manera anacrónica y casposa de dividir y de discriminar en la civilización de ahora donde, precisamente, todas buscamos derribar esas barreras y ofrecer espacios culturales donde se acepte y se integre la «otra opinión» y la mirada diferente bajo el paraguas protector de la tolerancia.

Y otra reflexión final (esta vez sí es final): la percepción visual es personal e intransferible, de modo que lo que a mí me parece perturbador, a ti te puede parecer menos, según el referente ético o vivencial que alberguemos en nuestro corazón, de modo que esta tabla sirve y no…

Sirve para quien guste de ordenar su pensamiento y organizar su respuesta, pero no sirve para categorizar, pontificar y excluir otras miradas, otras percepciones, interpretaciones o sentimientos.

He usado más de 9.900 palabras en esta serie sobre el arte para invitaros a contemplar y disfrutar del abstracto. Espero que os haya servido tanta saliva.

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